Te cuento un cuento?? .......
Mirando por la ventana .
Había una vez un niño que cayó muy enfermo. Tenía que estar todo el día en la cama sin poder moverse.Como además los niños no podían acercarse, sufría mucho por ello, y empezó a dejar pasar los días triste y decaído, mirando el cielo a través de la ventana.
Pasó algún tiempo, cada vez más desanimado, hasta que un día vio una extraña sombra en la ventana: era un pingüino comiendo una bocata de chorizo, que entró a la habitación, le dio las buenas tardes, y se fue.
El niño quedó muy extrañado, y aún no sabía qué habría sido aquello, cuando vio aparecer por la misma ventana un mono en pañales inflando un globo. Al principio el niño se preguntaba qué sería aquello, pero al poco, mientras seguían apareciendo personajes locos por aquella extraña ventana, ya no podía dejar de reír, al ver un cerdo tocando la pandereta, un elefante saltando en cama elástica, o un perro con gafas que sólo hablaba de política....
Aunque por si no le creían no se lo contó a nadie, aquellos personajes terminaron alegrando el espíritu y el cuerpo del niño, y en muy poco tiempo este mejoró notablemente y pudo volver al colegio.
Allí pudo hablar con todos sus amigos, contándoles las cosas tan raras que había visto. Entonces, mientras hablaba con su mejor amigo, vio asomar algo extraño en su mochila. Le preguntó qué era, y tanto le insistió, que finalmente pudo ver el contenido de la mochila:
¡ Allí estaban todos los distfraces que había utilizado su buen amigo para intentar alegrarle!
Y desde entonces, nuestro niño nunca deja que nadie esté solo y sin sonreír un rato.
Autor: Pedro Pablo Sacristán.
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Te cuento otro??
Famina Famosina

Famina Famosina era un
niña muy popular en su colegio. Era ingeniosa y divertida, y no se llevaba mal
con nadie. No era casualidad que Famina fuera popular: desde pequeñita se
esforzó en ser amable y saludar a todo el mundo, invitaba a toda la clase a su
cumpleaños, y de vez en cuando llevaba regalos para todos. Era una niña muy
ocupada, con tantos amigos, que casi no tenía tiempo más que para estar un
ratito con cada uno, pero se sentía la niña más afortunada, sin ninguna duda
era la niña con más amigos del cole y del barrio. Pero todo cambió el día que
celebraron en el colegio el día del amigo. Aquel día estuvieron jugando sin
parar, haciendo dibujos y regalos, y al final del día, cada uno hizo tres
regalos a sus tres mejores amigos. Famina disfrutó eligiendo entre tantísimos amigos
como tenía, pero cuando todos habían terminado y habían entregado sus regalos,
¡Famina era la única que no tenía ninguno!
Famina se llevó un disgusto terrible, y estuvo durante horas llorando sin parar "¿cómo era posible?", "¿tanto
esfuerzo para tener tantos amigos, y resulta que nadie la consideraba la mejor
amiga?".
Casi todos se acercaron un ratito a consolarla, pero se marchaban rápido, lo
mismo que ella había hecho tantas veces. Y entonces comprendió que ella era
buena amiga, compañera y conocida de mucha gente, pero no era amiga de verdad
de nadie. Ella trataba de no contrariar a nadie, y hacer caso a todo el mundo,
pero ahora descubría que eso no era suficiente para tener amigos de verdad. Así
que cuando llegó a su casa hecha un mar de lágrimas, le preguntó a su madre
dónde podía conseguir amigos de verdad.
- Famina, hija - respondió la madre - los amigos no
son algo que se pueda comprar con una sonrisa o unas buenas palabras. Si
quieres amigos y amigas de verdad, tendrás que dedicarles tiempo y cariño. Con
un amigo de verdad tienes que estar siempre disponible, en las buenas y en las
malas.
- Pero yo quiero
ser amiga de todos, ¡tengo que repartir el tiempo entre todos!- protestó Famina.
-Hija, tú eres encantadora -respondió su madre- pero no se puede
ser amigo íntimo de todo el mundo. No hay tiempo suficiente para estar siempre
dispuesto para todos, así que tus amigos de verdad sólo pueder ser unos pocos.
El resto serán buenos amigos y conocidos, pero no serán amigos de verdad
Y Famina se fue decidida a cambiar para tener amigos de verdad . Y cuando
estaba en la cama viendo qué podía hacer para conseguirlo, pensó en su madre:
siempre estaba dispuesta a ayudarla, aguantaba todos sus disgustos y problemas,
siempre le perdonaba, y la quería muchísimo... ¡ eso era justo lo que hacen los
amigos!. Y sonrió de oreja a oreja, pensando que ya tenía la mejor amiga que se
podía desear.
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